Para la Unión de Bibliófilos Extremeños supone una hondísima satisfacción depositar en las manos de tantos curiosos lectores esta colección excelsamente menor de autores extremeños; excelsa por la altura de muchos de los escritores que, a través de sus textos, nos hablarán en ella, y menor, por haber elegido para conformarla obras breves, seleccionadas, entre otros criterios, en razón de la belleza literaria, la belleza de contenidos, la rareza bibliográfica o la aportación intelectual de lo escrito en el momento que aquellas fueron concebidas por sus autores.
Anhelamos difundir la labor artística, científica, filológica, filosófica, histórica, literaria, pedagógica o política de un buen número de escritores naturales de Extremadura mediante la publicación cuidada de sus obras, avaladas siempre por el rigor y la altura intelectual de sus editores, quienes desde el principio acogieron con idéntica fruición y parejo entusiasmo el fin divulgativo que motivó a los directores de la colección que hoy nace, esperemos, para disfrute de todos.
Huelga decir que detrás de cada texto se halla la labor de calidad, y a veces poco reconocida, del filólogo que coteja manuscritos y ediciones diversas, del científico que experimenta en solitario lo escrito por otros o del historiador que analiza con rigor las fuentes, pero todos ellos han eludido el tentador lucimiento intelectual en beneficio de alcanzar nuestro propósito: publicar ediciones que agradecen a todos, a quienes ya poseyesen conocimientos sobre el autor o la materia tratadas; a quienes, por el contrario, se acerquen ex novo a ellos, o a los que deseen sin gozar de una lectura sin dispersiones, practicando uno de los mejores y más íntimos placeres que el hombre tiene a su alcance. El acto de leer, sin interrupciones, pausada y serenamente, es una aventura comodamente excitante, casi siempre sedente aventura, que reporta una felicidad inmediata a quien sabe viajar con los ojos, los labios y la mente el locus amoenus que cada lector va generando de manera única e irrepetible en su interior.
Con parejas ilusión y modestia deseamos recoger aquel viejo anhelo de Vicente Barrantes al idear una biblioteca extremeña, a través de la publicación de ediciones “claras, sencillas, correctas, enriquecidas” o aquella ilusión expresada por Antonio Rodríguez Moñino de crear una Unión de Bibiófilos en Extremadura que divulgase mediante ediciones cuidadas y sencillas, preparadas “con amorosa solicitud”, el patrimonio bibliográfico de la región.
Deseamos expresar nuestro reconocimiento a Caja Badajoz, quien, sin vacilar un instante, acogió con tal entusiasmo nuestra propuesta que ha seguido paso a paso los avatares de este proyecto, hoy hecho realidad, convirtiéndose en activa coeditora junto a la UBEx y desde luego, queremos manisfestar nuestra siempre fidelidad y gratitud a cuantos socios conforman esta Unión extremeñísima de amantes del libro y empeñada en la difusión del placer lector, del placer divulgador del patrimonio de nuestros clásicos, olvidados o no.